Los palotes, concebidos para que sean leídos por los primeros lectores, hacen que efectivamente puedan unir las sílabas, convertirlas en una frase, que tiene un significado al mirar la imagen, y lograr que al terminar la historia, sepan más de la personalidad del personaje.
Al terminar uno de los 5 libros que viene en una serie, por ejemplo, Violeta, el niño o la niñita, puede decir sencilla y orgullosamente: ¡"Me acabo de leer un libro"!. Y el éxito lector ha comenzado. Por lo tanto, la próxima vez que la agente educativa, en el jardín o en la escuela, invite: "¿Leamos?" ella o él, levantará la mano. ¡Yo quiero!, porque no le asusta, porque ya ha leído libros, y no sólo uno, sino varios.
Colgar dede un cordel, con "perros" para la ropa, cada una de las colecciones Palote, es como desplegar una serie de banderines, donde los párvulos pueden elegir. Dejarlos a la vista, a la altura de ellos, para que los miren, los tomen, y los lean, tiene que ver con la autonomía que debemos fomentar desde los primeros años si es que queremos formar a lectores y lectoras que disfruten, a los que no se les imponga desde un comienzo qué leer.
Si a esto sumamos que en 5 minutos podemos leer un Palote junto a nuestro hijo, nuestra sobrina, nuestra vecina, ¿Qué esperamos para que cada día, así como nos lavamos los dientes, nos damos 5 minutos para la lectura?. ¡Pruébenlo! se sorprenderán de los efectos, tanto para los niños y niñas, como para las personas adultas que se animen a gozar en conjunto de la lectura.
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